SEMANA 28
OBSERVO CON CURIOSIDAD
AUTOCUIDADO EMOCIONAL Y MENTAL
Esta semana te invitamos a cultivar la atención consciente dirigiéndola intencionalmente a refrescar la mirada y la actitud hacia el entorno que te rodea.
Cultivar una mirada curiosa, de asombro y apertura hacia lo que nos rodea, como si fuera la primera vez que lo vemos, nos ayuda a conectar y descubrir aspectos que ignoramos o pasamos por alto de nuestro entorno.
Durante esta semana te animamos a llevar esa mirada curiosa a tu día y pares brevemente a observar. Puedes elegir una persona, una planta, un árbol, el cielo, cualquier objeto que tengas a mano, algún alimento, o un sonido,… Algo que haya captado tu atención. Obsérvalo con atención y curiosidad, como si fuera la primera vez que lo percibes. Soltando juicios de si te gusta más o menos. Solo lleva tu atención a lo elegido y detente en los detalles (forma, colores, tamaño, gusto,…). Abriendo todos tus sentidos para percibir en su totalidad, con la vista, el tacto, gusto, olfato, oído. Permítete sorprenderte con la simplicidad de lo que ya está. Y de forma natural déjalo ir, hasta el siguiente momento que atrape tu atención.
PROPUESTA
– Al levantarte conecta con la intención de llevar a tu día una mirada curiosa y abrirte a experimentar algún momento y/o experiencia como si fuera la primera vez.
– A lo largo de tu jornada lleva la atención a los momentos en los que algo capta tu atención, detente en la experiencia por un momento, como si no lo hubieras percibido antes, y cuando sientas que ya está bien continúa.
Observa el efecto que produce en ti, en tu mente, en tu cuerpo, en el corazón (lo emocional) cuando lo haces.
– Al final del día, ya en cama, trae esos momentos nuevamente a tu mente o escríbelos para volver a disfrutarlos y sentir el efecto que producen en tu día y en ti.
RECUERDA, llevar una mirada curiosa hacia tu entorno, como si fuera la primera vez, cultiva una actitud de apertura, de asombro, de conexión con la sencillez de las pequeñas cosas. Y siempre la tienes disponible.
Vídeo y texto:
Sandra Izaguirre